Día Púrpura: La Importancia de La Concienciación Sobre La Epilepsia

marzo 25, 2023
Día Púrpura: La Importancia de La Concienciación Sobre La Epilepsia

  1. ¿Qué Es La Epilepsia?
  2. ¿Qué Ocurre En El Cerebro Cuando Tienes Epilepsia?
  3. ¿Cuáles Son Las Causas de La Epilepsia?
  4. Síntomas
  5. Convulsiones Focales
  6. Convulsiones Generalizadas
  7. ¿Qué Son Los Provocadores de Convulsiones?
  8. Factores de Riesgo
  9. Diagnóstico
  10. Tratamiento
  11. Terapias
  12. Personas con Epilepsia
  13. Pensamiento Final

¿Ha sufrido alguna vez una crisis epiléptica o ha visto o conoce a alguien que la haya tenido? ¿Sabía que cualquiera puede desarrollar epilepsia? La epilepsia afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las razas, etnias y edades. Como parte de la concienciación sobre la epilepsia del Día Púrpura, nos gustaría destacar la información esencial relativa a la epilepsia. Siga leyendo para saber más.

¿QUÉ ES LA EPILEPSIA?

La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el que la actividad cerebral se vuelve anormal, causando convulsiones o periodos de comportamiento inusual, sensaciones y, a veces, pérdida de conciencia. Los síntomas de las crisis pueden variar mucho. Algunas personas con epilepsia simplemente se quedan con la mirada perdida durante unos segundos, mientras que otras mueven repetidamente los brazos o las piernas. Tener una sola crisis no significa que se padezca epilepsia. Para el diagnóstico de epilepsia se suelen necesitar al menos dos crisis sin desencadenante conocido (crisis no provocadas) que se produzcan con un intervalo de al menos 24 horas.

¿QUÉ OCURRE EN EL CEREBRO CUANDO TIENES EPILEPSIA?

 

Las células del cerebro envían y reciben mensajes de todas las partes del cuerpo. Estos mensajes se transmiten a través de un impulso eléctrico continuo que viaja de célula a célula. La epilepsia interrumpe este patrón rítmico de impulsos eléctricos. En su lugar, se producen ráfagas de energía eléctrica -como una tormenta eléctrica impredecible- entre las células de una o varias zonas del cerebro. Esta alteración eléctrica provoca cambios en la conciencia (incluida la pérdida de conocimiento), las sensaciones, las emociones y los movimientos musculares.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA EPILEPSIA?

La epilepsia no tiene una causa identificable en aproximadamente la mitad de las personas que la padecen. En la otra mitad, la epilepsia puede deberse a diversos factores:

  • Influencia genética: Algunos tipos de epilepsia, que se clasifican según el tipo de crisis que se sufre o la parte del cerebro afectada, son hereditarios. En estos casos, es probable que haya una influencia genética.
  • Traumatismo craneoencefálico: Un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de un accidente de coche u otra lesión traumática puede causar epilepsia.
  • Anomalías cerebrales: Las anomalías cerebrales, incluidos los tumores cerebrales o las malformaciones vasculares como las malformaciones arteriovenosas (MAV) y las malformaciones cavernosas, pueden causar epilepsia. El ictus es una de las principales causas de epilepsia en adultos mayores de 35 años.
  • Infecciones: La meningitis, el VIH, la encefalitis vírica y algunas infecciones parasitarias pueden causar epilepsia.
  • Lesiones prenatales: Antes de nacer, los bebés son sensibles a daños cerebrales que pueden deberse a varios factores, como una infección en la madre, una nutrición deficiente o deficiencias de oxígeno. Este daño cerebral puede provocar epilepsia o parálisis cerebral.
  • Trastornos del desarrollo: En ocasiones, la epilepsia puede asociarse a trastornos del desarrollo, como el autismo.

SÍNTOMAS

Dado que la epilepsia está causada por una actividad anormal en el cerebro, las crisis pueden afectar a cualquier proceso que coordine su cerebro. Los signos y síntomas de las crisis epilépticas pueden incluir:

  • Confusión temporal
  • Mirada fija
  • Rigidez muscular
  • Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas
  • Pérdida del conocimiento o de la conciencia
  • Síntomas psicológicos como miedo, ansiedad o deja vu

Los síntomas varían en función del tipo de crisis. En la mayoría de los casos, una persona con epilepsia tenderá a tener el mismo tipo de crisis cada vez, por lo que los síntomas serán similares de un episodio a otro. Los médicos suelen clasificar las crisis en focales o generalizadas, en función de cómo y dónde comienza la actividad cerebral anormal.

CONVULSIONES FOCALES

Cuando las crisis parecen ser el resultado de una actividad anormal en una sola zona del cerebro, se denominan crisis focales. Estas crisis se dividen en dos categorías:

  • Crisis focales sin pérdida de conciencia. Estas crisis, denominadas crisis parciales simples, no provocan pérdida de conocimiento. Pueden alterar las emociones o cambiar el aspecto, el olor, el tacto, el sabor o el sonido de las cosas. Algunas personas experimentan deja vu. Este tipo de crisis también puede provocar sacudidas involuntarias de una parte del cuerpo, como un brazo o una pierna, y síntomas sensoriales espontáneos como hormigueos, mareos y luces intermitentes.
  • Crisis focales con alteración de la conciencia. Antes denominadas crisis parciales complejas, estas crisis implican un cambio o pérdida de conciencia o conocimiento. Este tipo de crisis puede parecer un sueño. Durante una crisis focal con alteración de la conciencia, puede mirar fijamente al espacio y no responder con normalidad a su entorno o realizar movimientos repetitivos, como frotarse las manos, masticar, tragar o caminar en círculos.

Los síntomas de las crisis focales pueden confundirse con otros trastornos neurológicos, como migrañas, narcolepsia o enfermedades mentales. Para distinguir la epilepsia de otros trastornos es necesario realizar un examen y pruebas minuciosos.

CONVULSIONES GENERALIZADAS

Las crisis que parecen afectar a todas las áreas del cerebro se denominan crisis generalizadas. Existen seis tipos de crisis generalizadas:

  • Crisis de ausencia: Las crisis de ausencia, antes conocidas como crisis de pequeño mal, suelen darse en niños. Se caracterizan por una mirada fija en el espacio, con o sin movimientos sutiles del cuerpo, como parpadeo o chasquido de labios, y sólo duran entre 5 y 10 segundos. Estas crisis pueden producirse en racimos, hasta 100 veces al día, y causar una breve pérdida de conciencia.
  • Crisis tónicas: Las crisis tónicas provocan rigidez muscular y pueden afectar a la consciencia. Suelen afectar a los músculos de la espalda, los brazos y las piernas, y pueden provocar una caída al suelo.
  • Crisis atónicas: Las crisis atónicas, también conocidas como crisis de caída, provocan una pérdida de control muscular. Como suelen afectar a las piernas, a menudo provocan un desplome o una caída repentina.
  • Crisis clónicas: Las crisis clónicas se asocian a movimientos musculares espasmódicos repetidos o rítmicos. Suelen afectar al cuello, la cara y los brazos.
  • Crisis mioclónicas: Las crisis mioclónicas suelen aparecer como sacudidas o espasmos breves y repentinos, y suelen afectar a la parte superior del cuerpo, los brazos y las piernas.
  • Crisis tónico-clónicas: Las crisis tónico-clónicas, antes conocidas como crisis de gran mal, son el tipo más dramático de crisis epiléptica. Pueden causar una pérdida brusca de conciencia y rigidez corporal, espasmos y temblores. A veces provocan pérdida del control de la vejiga o morderse la lengua.

¿QUÉ SON LAS PROVOCADORES DE CONVULSIONES?

Los provocadores de convulsiones son eventos o algo que ocurre antes del inicio de un ataque. Entre los desencadenantes de crisis más frecuentes se incluyen los siguientes:

  • Estrés
  • Problemas de sueño como no dormir bien, no dormir lo suficiente, estar demasiado cansado, sueño interrumpido y trastornos del sueño como la apnea del sueño.
  • Consumo de alcohol, abstinencia de alcohol, consumo de drogas recreativas.
  • Cambios hormonales o cambios hormonales menstruales.
  • Enfermedad, fiebre.
  • Luces o patrones intermitentes.
  • No comer alimentos sanos y equilibrados ni beber suficientes líquidos; carencias de vitaminas y minerales, saltarse comidas.
  • Sobreesfuerzo físico.
  • Alimentos específicos (la cafeína es un desencadenante frecuente).
  • Deshidratación.
  • Determinadas horas del día o de la noche.
  • Uso de determinados medicamentos. La difenhidramina, un ingrediente de los productos de venta libre para el resfriado, las alergias y el sueño, es un desencadenante habitual.
  • Omisión de dosis de medicación anticonvulsiva.

FACTORES DE RIESGO

Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de epilepsia:

  • La aparición de la epilepsia es más frecuente en niños y adultos mayores, pero la enfermedad puede aparecer a cualquier edad.
  • Si tiene antecedentes familiares de epilepsia, puede tener un mayor riesgo de desarrollar un trastorno convulsivo.
  • Los traumatismos craneoencefálicos son responsables de algunos casos de epilepsia. Puede reducir el riesgo utilizando el cinturón de seguridad cuando viaje en coche y el casco cuando monte en bicicleta, esquíe, conduzca una motocicleta o participe en otras actividades con alto riesgo de traumatismo craneal.
  • El ictus y otras enfermedades vasculares pueden provocar daños cerebrales que pueden desencadenar la epilepsia. Puede tomar varias medidas para reducir el riesgo de padecer estas enfermedades, como limitar el consumo de alcohol y evitar los cigarrillos, seguir una dieta sana y hacer ejercicio con regularidad.
  • La demencia puede aumentar el riesgo de epilepsia en los adultos mayores.
  • Las infecciones como la meningitis, que provoca inflamación en el cerebro o la médula espinal, pueden aumentar el riesgo.
  • Las fiebres altas en la infancia pueden asociarse a veces con convulsiones. Los niños que tienen convulsiones debido a fiebres altas generalmente no desarrollan epilepsia. El riesgo de epilepsia aumenta si un niño tiene una convulsión asociada a fiebre prolongada, otra afección del sistema nervioso o antecedentes familiares de epilepsia.

DIAGNÓSTICO

Técnicamente, se considera que padece epilepsia si sufre dos o más crisis epilépticas que no han sido causadas por una enfermedad conocida, por ejemplo, por abstinencia de alcohol o un nivel bajo de azúcar en sangre. Antes de hacer un diagnóstico, su médico (o especialista en epilepsia) le hará un examen físico, elaborará su historial médico y puede pedirle análisis de sangre (para descartar otras causas). También puede preguntarle por sus síntomas durante la crisis y realizar otras pruebas. El médico le preguntará a usted o a un familiar (que haya presenciado la crisis) si ha experimentado alguno de los siguientes síntomas durante la crisis:

  • Sacudidas musculares
  • Rigidez muscular
  • Pérdida del control de esfínteres (se ha hecho pis o caca durante la crisis).
  • Cambio en la respiración
  • Palidez de la piel
  • Mirada perdida
  • Perdió el conocimiento
  • Tuvo problemas para hablar o entender lo que le decían

Otras pruebas pueden incluir:

  • Examen neurológico
  • Análisis de sangre
  • Electroencefalograma (EEG)
  • EEG de alta densidad
  • Tomografía computarizada (TC)
  • Resonancia magnética (RM)
  • Resonancia magnética funcional (RMf)
  • Tomografía por emisión de positrones (PET)
  • Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT)
  • Pruebas neuropsicológicas

TRATAMIENTO

Los medicamentos anticonvulsivos pueden controlar las crisis en alrededor del 60% al 70% de las personas con epilepsia. El tratamiento anticonvulsivo es individualizado. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) ha aprobado más de 20 medicamentos anticonvulsivos para el tratamiento de la epilepsia. Su profesional sanitario puede probar uno o más medicamentos, dosis de medicamentos o una combinación de medicamentos para encontrar lo que mejor funciona para controlar sus convulsiones. La elección de un medicamento anticonvulsivo depende de:

  • El tipo de crisis
  • Su respuesta previa a los medicamentos anticonvulsivos
  • Otras enfermedades que padezca
  • El potencial de interacción con otros medicamentos que tome
  • Los efectos secundarios del medicamento anticonvulsivo (si los hay)
  • Su edad
  • Su estado general de salud
  • Coste

Cuando los medicamentos no consiguen controlar adecuadamente las crisis, la cirugía puede ser una opción. Con la cirugía de la epilepsia, un cirujano extirpa la zona del cerebro que provoca las crisis. Los médicos suelen realizar la cirugía cuando las pruebas muestran que:

  • Las crisis se originan en una zona pequeña y bien definida del cerebro.
  • La zona del cerebro que se va a operar no interfiere con funciones vitales como el habla, el lenguaje, la función motora, la visión o la audición.

En algunos tipos de epilepsia, los métodos mínimamente invasivos, como la ablación estereotáctica con láser guiada por resonancia magnética, pueden proporcionar un tratamiento eficaz cuando una intervención abierta puede ser demasiado arriesgada.

TERAPIAS

Aparte de los medicamentos y la cirugía, estas posibles terapias ofrecen una alternativa para tratar la epilepsia:

  • Estimulación del nervio vago: En la estimulación del nervio vago, los médicos implantan un dispositivo llamado estimulador del nervio vago bajo la piel del pecho, similar a un marcapasos cardíaco. Los cables del estimulador se conectan al nervio vago del cuello.
  • Dieta cetogénica: Algunos niños con epilepsia han conseguido reducir sus crisis siguiendo una dieta estricta rica en grasas y baja en hidratos de carbono.
  • Estimulación cerebral profunda: En la estimulación cerebral profunda, los cirujanos implantan electrodos en una parte específica del cerebro, normalmente el tálamo.

PERSONAS CON EPILEPSIA

  • Socrates
  • Joan of Arc
  • Michaelangelo
  • Ludwig Van Beethoven
  • Peter Tchaikovsky
  • Edgar Allen Poe
  • Fyodor Dostoyevsky
  • Harriet Tubman
  • Vincent Van Gogh
  • Albert Einstein
  • Agatha Christie
  • Neil Young
  • Elton John
  • Ian Curtis
  • Prince
  • Lil Wayne

PENSAMIENTO FINAL

La epilepsia es una enfermedad incomprendida de la que muchas personas no se dan cuenta. Los efectos secundarios de la medicación, las náuseas, la ansiedad, la depresión, los problemas de memoria, los dolores de cabeza, los dolores corporales, los retrasos cognitivos, la dificultad para dormir, la baja autoestima y el aislamiento pueden influir en el impacto general de la epilepsia. Por eso es importante concienciar y apoyar la investigación médica avanzada para mejorar el tratamiento y la cura. Por encima de todo, por eso debemos poner de nuestra parte mostrando apoyo a quienes se enfrentan diariamente a la epilepsia. ¿Qué opina de este artículo? ¿Te ha resultado útil? Deja tus comentarios más abajo.

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